El galeón es directo descendiente de las "carracas", naos de gran porte, primero mediterráneas y luego atlánticas. Se le daba el nombre de “galeone” a un tipo de navío de Liguria construido a principios del siglo XVI. Inicialmente utilizados para el transporte de mercancías, iban fuertemente armados para su defensa ante piratas u otros enemigos, acabando siendo un barco únicamente de guerra a partir de 1570. Aunque el esplendor máximo de los galeones sea en la navegación atlántica, donde alcanzaron su máximo desarrollo, éstos son fruto de la experiencia acumulada en el frente atlántico europeo y en la secular experiencia marinera del Mediterráneo.